miércoles, 28 de abril de 2010

Experimento Burqa I


He decidido hacer un experimento. He de avisar que la idea no es original, pero tampoco lo es tener un blog, así que, amparándome en esta excusa tonta, voy a llevar a cabo esta prueba.

La idea es pasearme por mi ciudad ataviada con un burka (o burqa en su idioma original) con el objetivo de plasmar, por un lado, la sensación de caminar con un trozo de tela, que se me antoja agobiante, sobre mi cuerpo. Y, por otro, explicar las reacciones de los demás hacia mi.

Para la segunda parte de mi experimento necesito a un hombre con apariencia árabe para pasearse junto a mí y ver si le increpan u observar cómo la gente se dirije a mí en su presencia.

No obstante, lo primero que necesito es un burka, obviamente. Indagando en la red he dado con bastantes páginas que ofrecen infinidad de modelos, incluso algunos con estampados patrióticos como la bandera de Turquía, la de Alemania e incluso la de EEUU o Dinamarca. Pero optaré por el azul afgano de toda la vida.

He de decir que, dada mi pequeña obsesión con las compras on-line, he disfrutado mucho visitando las últimas novedades en moda musulmana para mujeres islámicas. A cualquiera le sorprenderá saber que hay hasta apartados de "bañadores recatados". Pues bien, yo me imaginaba algo más rollo pin-up. Pero qué ignorante. He aquí lo que he encontrado.

Con esto no deseo sino mostrar que, además de nuestras queridas topshop.com, riverisland.com, asos.com (y así ahsta el infinito), hay todo un universo islámico al alcance de todo el mundo porque, aunque nos quede un poco a desmano, ellas también tendrán acceso a internet y a las últimas tendencias.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estás como una cabra. Seguro que es un burqa monísimo de la muerte. A este respecto leete el libro de Khaled Hosseini "A Thousand Splendid Suns". Soy Ana, por cierto.