lunes, 18 de febrero de 2008

La unidad de quemados

Tengo un mejor amigo que se llama Alejandro. Álex, para sus amigos. Tiene, desde luego, una personalidad singular, y entre sus muchísimas cualidades se encuentra la de hacerte menos desgraciada sin tan siquiera proponérselo. Debo decir, no obstante, que cuando se lo propone también le sale muy bien.

Mi actual situación personal y laboral hace unos meses que dejó mucho que desear, más bien, se la deseo a muy poca gente. Y hoy, me he dado cuenta de estaba totalmente equivocada. Todo gracias a mi amigo Álex.

Álex es la mejor persona que he conocido. Sin exagerar. Es capaz de recorrer 350 kilómetros para dar un abrazo a un amigo. Pero Álex también es la persona más torpe que creo, jamás conoceré a lo largo de mi vida. (Y eso que tuvimos una señora que limpiaba en casa, a la que mi hermano apodó Sra. Manosdepalo y con mucha razón).

Es de esas personas que se va de una gasolinera sin repostar pese a haber pagado la gasolina. Y sí, hay más personas así.

Pero además las desgracias no le ocurren únicamente por culpa suya, no. Además, cuando el mundo decide confabularse contra él, lo hace de verdad. Ayer, al parecer, su televisor y minicadena, en un acto suicida, decidieron autoinmolarse formando una hoguera en su salón que terminó con los aparatos chamuscados y una gran mancha ascendente y negruzca en la pared.

El seguro le ha dicho que tiene que pasar una semana fuera de casa debido a las tareas de rehabilitación de su salón y, en un acto de deferencia, le conceden tres noches de hotel. Qué suerte la suya, ¿verdad?

A todo esto, mi amigo Álex se encuentra con un pie enyesado ya que se rompió el dedo meñique y en consecuencia le echaron del trabajo puesto que no tenía contrato y, por ende, baja laboral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenasssss,

He tardado algún que otro día en responder, lo sé, pero me he partido la caja con la parte de que mi televisión y mi cadena han decidido inmolarse (autoinmolarse creo que es una redundancia, ya que la inmolación siempre es un suicidio). Hay que joderse, lo que tengo que hacer para que no te sientas desgraciada. Además has dado en las dos claves de mi referente como amigo (las cuales, de verdad, analicé ayer mismo): soy el patoso del grupo y soy el pupas del grupo. De este grupo y de cualquiera que venga. Creo que en esto sólo me supera Nolwenn, que va casi a la par en desgracias (a recordar el periodo en el que se le cayeron las llaves por el hueco del ascensor un par de veces en un par de meses, pa verlo). Aún así, a patoso seguro que no me gana nadie...
Mil besos niña!